lunes, 9 de enero de 2017

¿POR QUÉ LLAMAMOS LUNA DE MIEL AL VIAJE DE RECIEN CASADOS?


La ceremonia de la boda y todo lo que conlleva, está lleno de muchas costumbres y rituales que han ido pasando generación tras generación. Es algo común que  comparten todas las culturas y religiones que muchas veces se han ido intercambiando. Las tradiciones familiares y sociales hacen que estos eventos estén llenos de muchas curiosidades, como la de la “luna de miel”.      
Llamamos “luna de miel”, al viaje que realizan los esposos después de casarse, aunque el sentido original de este término, dista bastante del concepto que tenemos hoy:
En Babilonia, el padre de la novia daba al yerno recién casado cerveza de miel, que debería beber durante un mes, es decir, durante un ciclo lunar. En Roma, era la madre de la novia la que proveía a los novios de miel que dejaba en su habitación todas las noches, ya que se consideraba  un bebedizo fortalecedor que contribuía a la fertilidad, de igual forma esta costumbre se prolongaba durante un mes. Los teutones, celebraban sus bodas bajo la luna. Tras de la celebración, los novios bebían un licor de miel durante 30 días seguidos, que según la tradición aseguraba una gran descendencia y una vida apacible. Los católicos también adoptaron estás costumbres, ya que la miel simbolizaba la dulzura y el amor perdurable. En el Renacimiento, en muchos lugares de Europa, existía la costumbre de proveer a los novios con aguamiel durante un mes, creyendo así que de esta forma concebirían un hijo varón.
El término tomó otras connotaciones y ahora denominamos "luna de miel" al viaje que se realiza tras la ceremonia del matrimonio. Se considera que con ello la pareja disfruta de su intimidad y de los instantes más dulces en los que pueden relajarse antes de iniciar su vida en común. Con miel o sin ella, son los momentos que más se recuerdan en la vida de los nuevos esposos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...