SENDERO RIO DE LA MIEL

Es un precioso sendero enclavado en  la Comarca del Campo de Gibraltar. Es un camino de apenas  2,5 km en el que podemos encontrar hermosos paisajes. El sonido de los pájaros y el rumor del agua del río, nos acompaña todo el sendero haciendo de este recorrido un agradable y relajante paseo. Este río que nace en la Sierra de Luna y su sendero fue ruta comercial entre Algeciras y Medina Sidonia durante siglos X al XII.  Asimismo fue guarida de numerosos bandoleros de la zona.

Accederemos por la Barriada del Cobre en Algeciras. En el que cruzaremos por debajo del acueducto. A partir de ahí los carteles van señalizando el camino hasta la entrada del sendero. Veremos una cancela por la que accederemos por una pequeña puerta situada a la izquierda. 

 

La primera parte, es un sendero de ecucaliptos y matorrales. A tener en cuenta que es una zona donde  existe abundante ganado, que ya advertiremos a medida que avanzamos, por los restos que dejan en el camino. 

Avanzamos hasta donde se bifurca el camino y nos desviaremos hacia la derecha. Ahora caminaremos entre alcornoques desnudos de corteza ya  que acaban de ser descorchados. Continuamos hasta el molino de agua que dejamos a la derecha y accedemos ahora por un camino estrecho que nos llevará hasta el puente de piedra. Cruzaremos y ahora iremos por el sendero derecho  junto al río. Seguiremos andando donde encontraremos pozas y saltos de agua que invitan a darnos un chapuzón. Otros nos mojamos sólo los pies, ya que el agua esta muy fria pero alivia de la caminata y el sol.

Nos encontraremos en el camino la “Fuente de las niñas”, en la que paremos y nos refrescamos. Dicen que el agua no tiene sabor, pero para mí esta es riquísima, limpia y refrescante. Más adelante nos econtramos con las ruinas del “Molino del Aguila”

Ahora el sendero se convierte en pedregoso y cuesta arriba. No pasa nada, en poco llegamos a una poza bastante profunda y una cascada “El salto de la Chorrera”. Aquí lo dejamos y damos la vuelta. El camino sigue hacía arriba por el margén derecho de la poza. En otra ocasión será. 

 


Para facilitaros la localización os dejo las coordenadas.
36º6´42´´N  5º30´7´´W

Ha sido una jornada preciosa y relajante en la que hemos disfrutado nuevamente de la naturaleza de nuestra provincia y de las frías aguas del Rio de la Miel. Os invito a que lo visiteis en familia, ya que no tiene mucha dificultad.

SENDERO DEL ACANTILADO DE BARBATE O DEL TAJO

Si de algo podemos disfrutar en la provincia de Cádiz, es de la variedad de paisajes que nos encontramos con sólo desplazarnos  unos kilómetros.  Esta nueva aventura la realizamos por un sendero costero que discurre entre Barbate y Caños de Meca. 

El recorrido no ofrece mucha dificultad, eso sí,  hay  que tener la precaución de llevar gorra y agua debido a la escasez de sombra que existe durante el primer tramo del recorrido y a las altas temperaturas del verano; por lo demás, es un agradable paseo que  puedes disfrutarlo con niños.

Desde la carretera de los Caños, nos dirigimos hasta el segundo aparcamiento que se encuentra casi pegado a la playa. Entramos por una cancela y a partir de ahí nos vamos caminando. Lo  primero que encontramos es un bunker costero.

 A medida que vamos caminando, podemos divisar el precioso color del agua  y la sensación de altitud, al mismo tiempo  que contemplamos la ensenada.

  

A 3,5 Km nos encontramos con la Torre del Tajo y un mirador con unas vistas impresionantes de los acantilados.

Continuamos ahora por un terreno mucho más arenoso y resguardado entre pinares, hasta llegar a Los Caños de Meca, mientras, a lo lejos, divisamos el Faro de Trafalgar. Hasta aquí habremos realizado 7 km, sólo queda dar la vuelta o como hicimos nosotros ir hasta la torre de Meca por otro sendero. Un atrevimiento que nos costó un par de horas más de lo esperado y una buena caminata cuesta arriba por un terreno pedregoso. Las vistas merecieron la pena.

En el camino de vuelta, nos dejó impresionados la alfombra de copas de arboles de verde caprichoso, contrastando con el azul del cielo. La inmensidad de la naturaleza en todo su esplendor.

La vuelta se hizo un poco pesada porque el sol nos daba de pleno y aún las temperaturas eran elevadas. Pero fue un sendero muy recomendable para hacer en una escapada.