Foto procendete de INTEF |
Desde que el hombre descubrió el fuego hasta la nueva tecnología LED, han transcurrido 500.000 años. Durante todo ese tiempo la iluminación artificial ha venido acompañada de la evolución humana.
En principio, el hombre de la caverna utilizo madera, carbón de leña o grasa animal como combustible, al mismo tiempo que lo utilizaban para cocinar y calentarse. Mas tarde, utilizaron recipientes de piedra y cráneos a los cuales se añadía una trenza de pelo como mecha y grasa animal como combustible, surgió así el primer candil. En Mesopotamia utilizaban las conchas de moluscos como si fueran lámparas. Los egipcios fueron mejorando el invento y utilizaron una estopa alrededor de una madera y la embadurnaron de cera de abejas. En Roma se utilizaron lámparas de aceite que colgaban a modo de ornamento. En la Edad Media, las antorchas iluminaban las calles y los hogares, colgadas en soportes metálicos. Las velas, lámparas de aceite, candelabros y los descubrimientos de materias útiles como combustibles han ido evolucionando al compás de la vida del hombre.
Willian Murdoch, en 1795, instalo un sistema de iluminación a gas de hulla para una fábrica en Inglaterra. La primera lámpara de arco vino a manos del químico Sir Humphrey Davy. Posteriormente Foucault, mejoro el invento de Davy y desarrolla una lámpara de arco que a través de una descarga eléctrica entre dos electrodos de carbón, producía luz. A partir de ese momento se patentaron varios inventos mejorando este tipo de iluminación.
En 1879 Tomás Edison construyó la primera lámpara que duró 48 horas seguidas alumbrando y se comenzaron a iluminar las calles de Nueva York.
Ya avanzado el siglo XX surgen entre otras las lámparas de mesa como la de George Carwardine, un ingeniero automovilístico que adapto sus conocimientos y añadió bisagras simulando las articulaciones del brazo humano. La calidad de la luz fue aumentando, se utilizaron gases y otros materiales.
En la actualidad priman las lámparas de bajo consumo y se prevee en un futuro que la iluminación esté a cargo de la tecnología LED. Entre sus cualidades: la duración, hasta 30 veces la de la lámpara incandescentes, el bajo consumo, su pequeño tamaño y la emisión de luz fría hace que sea la mejor opción en cuanto al destino de la iluminación.
LED, son las siglas de diodo de emisor de luz. Se trata de un cuerpo semiconductor sólido y de gran resistencia, cuya misión es convertir en luz la corriente de bajo voltaje que pasa a través de un chip.
Este es el fruto de la nueva tecnología que se introduce en nuestros hogares, alejando esas bombillas incandescentes y permitiéndonos ahorrar a largo plazo con estos dispositivos, por su duración, consumo y bajo mantenimiento.
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