Las manchas de
óxido suelen ser muy resistentes y complicadas de quitar. Aquí encontrarás unos
remedios muy sencillos y económicos que nos librará del óxido y de esa sensación corrosiva que tanto desagrada.
EN LA ROPA:
- Se hace una pasta con limón y bicarbonato. Se deja sobre la mancha y se espera un par de horas. Seguidamente se lava con normalidad.
- El segundo remedio consiste en aplicar sobre la mancha un poco de vinagre blanco junto con sal y dejarla unas horas .Se enjuaga y luego lavar como de costumbre.
EN LOS SANITARIOS
- Calentamos vinagre y cuando esté a punto de ebullición se apaga y se empapa un paño fino. A continuación se frota la zona.
- Con una mezcla de limón y bórax (dos cucharadas). Se mezcla todo y frotamos.
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