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El pollo es pollo y puedes cocinarlo de mil maneras, pero con salsa roquefort está para quitarse el sombrero. No puede ser más sencilla y además puedes utilizar otro tipo de carne ya que se adapta perfectamente. Si eres de los que le gusta un entrecot o un solomillo, ni lo dudes, atrévete con esta salsa y elevamos el plato a una categoría superior.
INGREDIENTES:
1 pechuga de pollo fileteada
1 vaso de vino blanco
2 vasos de nata o crema de leche
1 cucharada de mantequilla
200 gr de queso roquefort
1 cucharada de sal
Pimienta negra (opcional)
ELABORACIÓN:
- Vertemos el vino en un cazo y dejaremos reducir a la mitad.
- Añadimos la crema de leche
- Agregamos la cucharada de mantequilla y movemos hasta que la crema este ligada.
- Incorporamos la sal y pimienta (opcional).
- Añadimos el queso desmenuzado y movemos hasta que se funda.
- Si quieres un sabor más intenso podemos añadirle un chorrito de brandy.
- En una sartén fundimos un poco de mantequilla y freímos los filetes unos tres minutos por lado. Les ponemos sal.
- Emplatamos y le pondremos la salsa. Ya depende de como nos guste la regamos con más o menos salsa.
- Podemos acompañarlo con unas verduras, arroz o patatas.
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