No hay verano en el que no te suene la famosa cancioncilla de la "Barbacoa", la misma que nos recuerda que no existe verano sin ella. ¿Qué tiene de especial una carne a la parrilla en verano?, pues yo creo que todos estamos de acuerdo que la barbacoa no es sólo carne, es el ambiente, el momento, la temperatura y sobre todo un punto de reunión de familiares y amigos. Pero claro no todo el mundo dispone de una terraza o un lugar al aire libre para hacerla, no hay que preocuparse hay otras opciones. Veamos unos consejos para preparar una rica barbacoa.
NO TENGO TERRAZA
Yo tampoco tengo esa suerte, pero no pasa nada. Podemos recurrir a las parrillas de hierro de toda la vida o a los teppanyakis de acero japoneses. No ocupan mucho espacio, aguantan altas temperaturas y el sabor es muy parecido al de la barbacoa. No nos olvidemos de las planchas eléctricas para asar que tanto se han puesto de moda. Como veis hay soluciones sencillas que nos permiten disfrutar igualmente de carne a la parrilla en buena compañía.
NO TODO ES CARNE
Aunque normalmente utilicemos la barbacoa para la carne, podemos ampliar el repertorio y atrevernos con otros alimentos que quedaran igualmente muy ricos.
- Que eres más de pescado y marisco, no pasa nada: sardinas, salmón, gambas, o doradas quedan espectaculares a la parrilla o barbacoa. A tener en cuenta que estos alimentos tienen poca grasa y tienden a pegarse, con lo cual lo embadurnamos de aceite o lo adobamos.
- No te olvides de aprovechar el momento y envolver unas patatas en papel de aluminio y dejarlas asar sobre las brasas. Sin palabras e imagino que sabéis a lo que me refiero.
- Haced un hueco para la berenjena, el calabacín, el pimiento, cebollas, y mazorcas. Esto es un lujo de la vida que no te puedes perder.
- Cortan a pedacitos muy pequeños 2 dientes de ajo y dos cebolletas. Doramos todo en una sartén con un chorrito de aceite.
- Agregamos 2 tomates troceados.
- A continuación añadimos 1 cucharada de harina de maíz, otra de miel, unas gotas de vinagre y la punta de una guindilla. No nos olvidemos del pimentón y sal. Mezclamos todo bien y cocinaremos a fuego medio durante unos 20 minutos. Trituramos y colamos.
- Calentamos durante 4 minutos 200 ml de leche de coco con 2 cucharadas de curry en polvo. Después añadimos medio mango triturado . Hervimos durante un par de minutos más. Pasamos por un chino (colador).
- En una sartén pondremos un chorro de aceite. Añadimos 1 cucharadita de comino y otra de tomillo, 1 cucharada de guindilla y 2 de orégano. Dejamos enfriar la mezcla. Incorporamos 1 cucharada de perejil, otra de pimentón dulce y 4 dientes de ajo muy picados 1/2 vaso de vinagre. Mezclamos todo bien y agregamos 1/2 vaso de aceite de oliva virgen. Por último sazonamos al gusto.
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