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Indiscutiblemente
si por algo es conocido Ascot, además de
las carreras de los caballos, es por los
sombreros que utilizan las damas de alta alcurnia y con el que intentaran destacar a toda costa. Podemos encontrar una inmensa
variedad llegando asiduamente a la extravagancia: formas. colores, plumas y los
materiales más sorprendentes. La idea, ya la hemos mencionado, ser el centro de
atención.
Un evento
que cuenta con más de 300 años y en la que se cita la flor y nata de la
sociedad británica. Durante cinco días,
los caballos, la moda y las relaciones sociales de alto rango acompañaran a la Royale Ascot. Se celebra a mediados de junio, empezando un
martes y terminado en domingo y se considera el pistoletazo de salida
para el verano de la distinguida sociedad británica.
El jueves,
es un día grande en la que se veremos todo un desfile de glamour, en la que todas las
damas de demostrado abolengo celebraran el famoso “ Ladies day”. Ascot
se convierte así en la imagen del derroche y el esperpento: se come, se bebe y se
apuesta por unas cantidades desorbitadas, no hay límites para los bolsillos de los adinerados, que se divertiran y disfrutaran sin hacer números. La
gran protagonista de dicho evento es, la
Reina Isabel, que acude desde su residencia de Windsor en una calesa para
inaugurar la jornada, que dará comienzo a las 14,30.
Existen
cuatro zonas desde donde se podrán disfrutar las carreras: Royal enclosure, Boxes,
Grandstand y Silver ring. No todo vale, existen unas normas de obligado
cumplimiento si quieres asistir a dicho evento y dependiendo la zona a la que
acudan, así serán las normas. Las mujeres deben ir con vestidos o faldas por
la rodilla, no muy ajustadas y bien coordinadas. Curiosamente está prohibido el
tocado y la base del sombrero tiene que tener como mínimo 10 centímetros. Los
hombres , chaqué negro o gris y sombrero de copa del mismo color y tono. El
chaleco, los zapatos y la corbata deben ser de color negro. Todo esto a lo que
se refiere al recinto real. En el Grandstand o grada, las normas son menos restrictivas: se puede llevar tocado y los
hombres pueden utilizar traje de chaqueta.
Existe otra zona,
separada del lujo y el glamour y donde se pueden ver las carreras sin tantas
normas, aunque también existen algunas, como no llevar camisetas deportivas. En
estas zonas se puede disfrutar de una caja de picnic, por el módico precio de
60 euros, al cambio.
Todo
empieza cuando la reina Ana de
Inglaterra, inaugura el hipódromo de Ascot en 1711, ya que había comprado el
terreno con la idea de que podía ser un buen lugar para las carreras de caballos. Desde entonces hasta la actualidad se han
venido celebrando año tras año como una tradición que no puede faltar, sobre
todo para la alta sociedad británica. Eso sí, todos los que asisten pasan unos días
divertidos e inolvidables en la Royal Ascot.