El chocolate, ya era una bebida conocida por los aztecas mucho antes que los conquistadores españoles lo importasen de América. Se elaboraba con las semillas del cacao y sin azúcar y lo condimentaban con miel y especias, aunque también lo mezclaban con harina de maíz y pimienta. Un producto al que daban un gran valor, puesto que lo utilizaban como moneda de cambio o trueque. Asimismo, sus granos se utilizaban como medicina o en sus rituales religiosos.
Autor: AlexanderStein. Pixabay |
Se cuenta que fue Cristóbal Colón el primer europeo que probó esta bebida durante su cuarto viaje a América. Lo llevó en su de vuelta a España, pero no tuvo mucho éxito, ya que lo dio a probar a los Reyes Católicos y a estos no les resulto agradable debido a su sabor amargo y su aspecto. Es Hernán Cortes, quien en 1528 lo trae unas muestras en las bodegas del barco y lo ofrece a Carlos V tal como lo elaboraban los Aztecas. En esta ocasión tiene tanto éxito que las damas de la corte lo tomaban en secreto en pequeños sorbitos. La verdadera introducción del cacao al viejo mundo se produjo a través de los misioneros procedentes de México que llevaron en grandes cantidades y tiene como protagonista a un monje, Fray Aguilar. Este religioso a acompañó a los conquistadores y envió cacao con la receta de su elaboración al abad del Monasterio de Piedra, (Aragón). La incorporación del azúcar, vainilla y canela por parte de los religioso mexicanos, hace que el tome el aspecto y sabor aproximados a lo que conocemos hoy como chocolate. Existen distintas hipótesis pero el secreto de su preparación estuvo durante mucho tiempo en manos de los religiosos.
Antonio Carletti introdujo el chocolate en Italia, tras un viaje a América. Desde España pasa a Francia influenciada de Ana de Austria que se caso con Luis XIII, la soberana la nombró “bebida oficial de Francia”. En Londres, un francés abrió una tienda don se sirvió por primera vez el chocolate en pastillas sólidas. En Alemania era utilizado como medicina y sólo se vendían en droguerías y farmacias. En Suiza, Daniel Peter propuso a Henry Nestlé la idea de mezclar el chocolate con la leche para hacerlo más cremoso y este lo hizo añadiendo leche condensada azucarada, creando el chocolate suizo. En el siglo XVIII ya era popular en toda Europa, sobre todo en los conventos que también se utilizaba como obsequio.
Hasta 1789, el chocolate se tomaba en su versión líquida. Fue Rodolphe Lindt quien le añadió de nuevo manteca de cacao y consiguió un chocolate sólido que se podía morder. Fue en la Segunda Guerra Mundial donde se popularizó, ya que se lo administraban a las tropas aliadas debido a su valor energético y poco espacio para el transporte.
En la actualidad, el chocolate se presenta en distintas versiones y existen muchas variedades en las que el consumidor puede deleitarse con este popular producto.
En España existen marcas de gran tradición:
CHOCOLATES VALOR: Desde 1881.
NESTLET: Con más de 100 años.
NUTREXPA: Fundada en Barcelona en 1940
LACASA: Fundada en Huesca hace más de 150 años.
ZAHOR: Creada en San Sebastián en 1937.
Existen otras marcas introducidas en nuestro país, que muestran la exquisitez del chocolate en todas sus versiones. Un manjar tan dulce o tan amargo que siempre sorprende y se adapta a cualquier paladar.
Fuentes:wikipedia, La guía del chocolate.
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