Una oda a la elegancia mediterránea, el Lenguado Flor de Almendro es mucho más que un plato: es una experiencia sensorial que fusiona la delicadeza del mar con la sutileza de la flor. Este lenguado, dorado con mimo y servido sobre una crema de almendra aromatizada con agua de azahar y ralladura cítrica, evoca los primeros días de primavera en Andalucía, cuando los almendros florecen y el aire se llena de promesas suaves.
La receta, naturalmente sin gluten, se presenta con pétalos comestibles y almendras tostadas, creando un contraste entre lo crujiente y lo cremoso, lo visual y lo emocional.
INGREDIENTES: (para 2 personas)
Para el lenguado:
2 filetes de lenguado fresco
Sal marina y pimienta blanca al gusto
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de mantequilla sin lactosa (opcional, para dorar)
Para la salsa Flor de Almendro:
100 ml de leche de almendra sin azúcar
1 cucharadita de harina de arroz (para espesar)
1 cucharadita de agua de azahar
1 cucharadita de miel suave o sirope de agave
Ralladura de naranja o mandarina
Unas hebras de azafrán (opcional, para color y aroma)
ELABORACIÓN:
- Prepara la salsa: en un cazo pequeño, mezcla la leche de almendra con la harina de arroz y lleva a fuego medio. Remueve hasta que espese ligeramente. Añade la miel, el agua de azahar, la ralladura y el azafrán. Cocina 2 minutos más y reserva.
- Salpimenta el lenguado y cocínalo en una sartén con aceite de oliva y mantequilla hasta que esté dorado por fuera y jugoso por dentro (unos 2–3 minutos por lado, según grosor).
- Emplata con elegancia: coloca el lenguado en el centro, napado con la salsa Flor de Almendro. Decora con láminas de almendra tostadas y pétalos comestibles.
Puedes añadir un chorrito de limón justo antes de servir para equilibrar el dulzor floral. Si lo sirves en una cena especial, acompáñalo con un vino blanco seco y floral, como un Albariño o un Moscatel seco.
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