Foto procedente de INTEF |
Cuando leemos, viajamos a lugares inaccesibles a mundos imaginarios, somos protagonistas de cientos de historias y creamos una ficción en la que interactuamos con los personajes. En resumen, puede ser una de las experiencias más gratas que puedas encontrar, el placer de interpretar y descodificar una serie de frases que se llenan de historias.
¿Qué beneficios obtenemos al leer? Evidentemente son muchas las ventajas: ampliamos nuestro vocabulario, mejoramos la ortografía y desarrollamos la imaginación, … Se estima que el 15 por ciento de nuestro vocabulario lo adquirimos leyendo. Pero la realidad va mucho más allá de lo intuimos. Algo ocurre en nuestro cerebro y no somos conscientes de lo beneficioso que puede ser para nuestra salud.
Mediante la lectura, adquirimos nuevos conocimientos. Favorece la concentración, la cual nos permite profundizar en la información. Potencia la memoria fotográfica, mediante la que recreamos una imagen en nuestro cerebro, la procesamos y es entonces cuando la podemos traducir en emociones, que hace que interactuemos con el texto que estamos leyendo. Empatizamos con los personajes, recreando las emociones que se insinúan en la historia. Cuando creamos imágenes mentales, se activan los sentidos y se activan las regiones cerebrales implicadas. Aumenta la creatividad; cuando leemos, nos sumergimos en la historia, la vivimos como si fuésemos parte de la trama, nos identificamos con los personajes y adoptamos su personalidad. Incluso en algunos momentos nuestra mente llega a no discernir que es realidad y que no. Mientras eso sucede, en nuestro cerebro se activan esas zonas implicadas como cuando lo hace en la realidad en una situación similar.
La lectura se convierte en una terapia efectiva en casos de stress. Ya que al dirigir la atención a lo que leemos, esto nos sirve como válvula de escape; desconectamos de la realidad y viajamos a un mundo donde nos ausentamos y relajamos. Eso, si, debemos buscar el momento en el cual estemos el tiempo suficiente como para poder leer y disfrutarlo. En el tren, el autobús, en el parque, cualquier lugar que sea atractivo y que te invite a pasar unos momentos a solas con tu historia. Existe una gran mayoría que prefiere hacerlo al acostarse, ya que ayuda a desconectar del día y de esa forma no nos llevamos los problemas a la cama; con el tiempo se asocia la lectura con el sueño. Si nos cuesta dormir, mejor irse con un libro a la cama. La acción de acostarse hace que baje los niveles hormonales de cortisol.
Robert S. Wilson, doctor, de neuropsychology en la Universidad de Prisa dijo “Un estudio reciente encontró que los más ancianos que con regularidad leen o realizan juegos mentalmente desafiantes, como el ajedrez o rompecabezas, tienen una probabilidad de dos veces y media menor de desarrollar Alzheimer”.
En el caso de los niños la lectura se hace importante desde temprana edad ya que su expresión oral va directamente relacionado con sus hábitos de lectura.
¿Que libros podemos leer? Elige un libro que te atraiga, hay cientos de temas que te pueden interesar. Hoy en día gracias a la tecnología tenemos a nuestro alcance millones de títulos, seguro que uno de ellos nos apasionará.
A continuación dejamos unos enlaces para que sirva de referencia y os ayude a elegir:
Mediante la lectura, adquirimos nuevos conocimientos. Favorece la concentración, la cual nos permite profundizar en la información. Potencia la memoria fotográfica, mediante la que recreamos una imagen en nuestro cerebro, la procesamos y es entonces cuando la podemos traducir en emociones, que hace que interactuemos con el texto que estamos leyendo. Empatizamos con los personajes, recreando las emociones que se insinúan en la historia. Cuando creamos imágenes mentales, se activan los sentidos y se activan las regiones cerebrales implicadas. Aumenta la creatividad; cuando leemos, nos sumergimos en la historia, la vivimos como si fuésemos parte de la trama, nos identificamos con los personajes y adoptamos su personalidad. Incluso en algunos momentos nuestra mente llega a no discernir que es realidad y que no. Mientras eso sucede, en nuestro cerebro se activan esas zonas implicadas como cuando lo hace en la realidad en una situación similar.
La lectura se convierte en una terapia efectiva en casos de stress. Ya que al dirigir la atención a lo que leemos, esto nos sirve como válvula de escape; desconectamos de la realidad y viajamos a un mundo donde nos ausentamos y relajamos. Eso, si, debemos buscar el momento en el cual estemos el tiempo suficiente como para poder leer y disfrutarlo. En el tren, el autobús, en el parque, cualquier lugar que sea atractivo y que te invite a pasar unos momentos a solas con tu historia. Existe una gran mayoría que prefiere hacerlo al acostarse, ya que ayuda a desconectar del día y de esa forma no nos llevamos los problemas a la cama; con el tiempo se asocia la lectura con el sueño. Si nos cuesta dormir, mejor irse con un libro a la cama. La acción de acostarse hace que baje los niveles hormonales de cortisol.
Robert S. Wilson, doctor, de neuropsychology en la Universidad de Prisa dijo “Un estudio reciente encontró que los más ancianos que con regularidad leen o realizan juegos mentalmente desafiantes, como el ajedrez o rompecabezas, tienen una probabilidad de dos veces y media menor de desarrollar Alzheimer”.
En el caso de los niños la lectura se hace importante desde temprana edad ya que su expresión oral va directamente relacionado con sus hábitos de lectura.
¿Que libros podemos leer? Elige un libro que te atraiga, hay cientos de temas que te pueden interesar. Hoy en día gracias a la tecnología tenemos a nuestro alcance millones de títulos, seguro que uno de ellos nos apasionará.
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