Si de algo
podemos disfrutar en la provincia de Cádiz, es de la variedad de paisajes que
nos encontramos con sólo desplazarnos unos kilómetros. Esta nueva aventura la realizamos por un
sendero costero que discurre entre Barbate y Caños de Meca.
El recorrido
no ofrece mucha dificultad, eso sí, hay que
tener la precaución de llevar gorra y agua debido a la escasez de sombra que
existe durante el primer tramo del recorrido y a las altas temperaturas del
verano; por lo demás, es un agradable paseo que puedes disfrutarlo con niños.
Desde la
carretera de los Caños, nos dirigimos hasta el segundo aparcamiento que se
encuentra casi pegado a la playa. Entramos por una cancela y a partir de ahí
nos vamos caminando. Lo primero que
encontramos es un bunker costero.
A medida que
vamos caminando, podemos divisar el precioso color del agua y la sensación de altitud, al mismo tiempo que contemplamos la ensenada.
A 3,5 Km nos
encontramos con la Torre del Tajo y un mirador con unas vistas impresionantes
de los acantilados.
Continuamos
ahora por un terreno mucho más arenoso y resguardado entre pinares, hasta
llegar a Los Caños de Meca, mientras, a lo lejos, divisamos el Faro de
Trafalgar. Hasta aquí habremos realizado 7 km, sólo queda dar la vuelta o como
hicimos nosotros ir hasta la torre de Meca por otro sendero. Un atrevimiento
que nos costó un par de horas más de lo esperado y una buena caminata cuesta
arriba por un terreno pedregoso. Las vistas merecieron la pena.
En el camino
de vuelta, nos dejó impresionados la alfombra de copas de arboles de verde
caprichoso, contrastando con el azul del cielo. La inmensidad de la naturaleza
en todo su esplendor.
La vuelta se
hizo un poco pesada porque el sol nos daba de pleno y aún las temperaturas eran
elevadas. Pero fue un sendero muy recomendable para hacer en una escapada.