|
Imagen de Aline Ponce Pixabay |
La mayoría de las personas tenemos conocimientos de los innumerables beneficios de consumir yogurt, pero nunca imagine que podría ser un aliado en los trastornos del ánimo. Las últimas investigaciones aseguran que los sentimientos no son exclusividad de nuestro cerebro y eso lo corrobora el neurobiólogo Michael Gershon en su libro El Leonardo del intestino en el que define nuestro intestino como el segundo cerebro.
Ahí no queda la cosa pues la serotonina, que tanto influye en nuestras emociones y estado de ánimo se origina en un 95% en el intestino. Esta sustancia se libera a la sangre y viaja hasta el hipotálamo que es el encargado de controlar nuestras emociones. Algo parecido ocurre con el neurotransmisor GABA y con la dopamina.
El premio Nobel de Fisiología de 1908, Iliá Méchnikov, es el primer científico que descubrió los maravillosos beneficios del yogurt. Sus estudios se centraron en la observación de los campesinos búlgaros y en su longevidad. En 2012, el Psiquiatra Ted Dinan, comienza a estudiar con los probióticos y su beneficios en enfermedades mentales.
Aunque no pueden considerarse como ansiolíticos sí que se sabe que las diferentes bacterias que habitan en nuestro intestino puede ayudar a nuestro estado de ánimo.
LACTOBACILLUS RHAMNOSUS
Contribuye a disminuir la diabetes gestacional y la depresión post parto.
LACTOBAILLUS CASEI
Combate la fatiga crónica y refuerza el sistema inmunitario.
BIFIDOBACTERIUM INFANTIS
Ayuda a las personas con Síndrome de Colón Irritable
BIFIDOBACTERIUM LONGUM
Reduce la ansiedad y mejora la memoria
Otros alimentos que nos aportan bacterias útiles para nuestro organismos pueden ser:
KEFIR: Favorece la serotonina
CÚRCUMA: Entre sus numerosas virtudes, esta planta ayuda a la supervivencia de la bacterias.
CEREALES INTEGRALES: Como fuente de fibra probiótica.
HIGOS, UVAS Y CIRUELAS: Ricas en fibra soluble.
Si no pasamos una buena época y el estrés o la ansiedad nos embarga, el yogurt puede ser un gran aliado. No olvidemos cuidar nuestra alimentación y mimar a esos seres diminutos que habitan en nuestro intestino. Por último si queremos consumir un yogurt de calidad, lo podemos elaborar nosotros mismos como ya hicimos anteriormente en esta receta.