Ya perdido
en el tiempo tenemos la imagen de nuestras madres y abuelas arrodilladas en el
suelo sobre una esponja, con el cubo y restregando el suelo con una bayeta. Una
difícil labor llevada por la mujer, que prácticamente vivía esclavizada a las
labores de casa y el cuidado de la familia. Además resultaba ser un trabajo
ingrato que perjudicaba seriamente la salud (bursitis, escoliosis, heridas,
sabañones…).
EL INVENTOR
Es Manuel Jalón, un ingeniero aeronáutico el responsable de que la mujer se levantase de
ese suelo tan humillante que la destrozaba (digo mujer, porque en aquel entonces esos menesteres eran
exclusivos de este género). Este señor con buen ojo clínico observa las
calamidades de la señoras que se arrastran de rodillas para limpiar y un compañero lo alienta a inventar algo para cambiar
aquella situación.
En 1956,
fabrica las primeras unidades, inspirado en los artilugios que utilizaban enlos Estados Unidos para limpiar los hangares del aceite de los aviones. Está se fue
perfeccionando a lo largo de los años hasta que en 1964, crea el cubo
escurridor en el que la fregona se retorcía sobre este para retirar el exceso
de agua.
Fotos de Diario ABC |
La introducción
en el mercado no fue nada fácil, era un producto innovador y se tendría que
demostrar su eficacia. Para ayudar a su difusión y comercialización, se crea
MANUFACTURAS RODEX. Es necesario probar
la utilidad del fregasuelos, y para ello se hacen demostraciones públicas en comercios,
repartos de octavillas en ferias,
hasta llegar a la prensa y posteriores anuncios de televisión. Más tarde y
modificando los materiales crea los modelos más conocidos: CISNE Y GAVIOTA.
Existen antecendentes a la actual fregona como las Jacob Howe 1837, Thomas W. Stewart o las de Julia Montousse y Julia Rodriguez. Además Jalón se ve envuelto en una discrepancia por la autoria con Bellvis, siendo atribuida por los tribunales españoles al inventor riojano Manuel Jalón.
Fuera de una u otra forma, el invento modificó para bien nuestra vida en el hogar.