Foto procedente de Pixabay. Autor: Gacini. |
Para introducirnos en el tema, vamos a explicar cómo surgió la pasta dentífrica. Si bien no se parece a lo que ahora conocemos, si nos da una idea de cómo llegó hasta nosotros este producto que tanto beneficia a nuestra salud dental, además de tener muchas más utilidades, prácticas y curiosas.
Ya desde muy antiguo, los egipcios se preocuparon por la salud e higiene bucal y para ello usaban una pasta que se llamaba cliscerate y estaba compuesta por: piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, cáscara de huevo, mirra y uñas de buey (una mezcla un poco abrasiva, pero, era lo que tenían a mano). En Roma y Grecia usaban una solución que se basaba en orina humana. A comienzos del siglo XIX, la composición era de tiza, ladrillo pulverizado y sal. La presentación en tubo flexible fue introducida en el mercado por Colgate en 1896. En la actualidad, su composición común es: flúor, arcilla, cuarzo, fluoruro de sodio y calcita.
Ya desde muy antiguo, los egipcios se preocuparon por la salud e higiene bucal y para ello usaban una pasta que se llamaba cliscerate y estaba compuesta por: piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, cáscara de huevo, mirra y uñas de buey (una mezcla un poco abrasiva, pero, era lo que tenían a mano). En Roma y Grecia usaban una solución que se basaba en orina humana. A comienzos del siglo XIX, la composición era de tiza, ladrillo pulverizado y sal. La presentación en tubo flexible fue introducida en el mercado por Colgate en 1896. En la actualidad, su composición común es: flúor, arcilla, cuarzo, fluoruro de sodio y calcita.