Son muchos los beneficios del yogurt natural para nuestra salud, sobre todo para el sistema digestivo y particularmente la flora intestinal. Nuestro ritmo de vida ( stress, malas digestiones o consumo de alcohol y aditivos), hacen que nuestra flora intestinal se vea alterada. El resultado, diarrea, gases y otras enfermedades relacionadas con el sistema inmune.
Actúa como protector estomacal en el caso de úlceras digestivas y gastritis. Lo más curioso que las personas intolerantes a la lactosa encuentran un gran aliado en el yogurt natural puesto que los lactobacilus presentes en el yogurt, ayudan a digerir el azúcar de la leche (lactosa). A pesar de ser un lácteo que contiene lactosa, los beneficios son muy importantes.
Para que los yogures comerciales lleguen hasta nosotros, tienen que añadirle aditivos y edulcorantes que no ayudan nada a los estómagos más delicados. Una opción más fácil de lo que pensamos, es elaborarlos nosotros mismos. No hace falta máquinas ni instrumentos extravagantes. He aquí la receta:
INGREDIENTES:
1 litro de leche entera
1 yogur natural
ELABORACIÓN:
Lo primero y de lo que seguro iremos mejorando con la práctica, es llevar la leche al punto exacto para no matar las bacterias y que se puedan reproducir satisfactoriamente.
Pondremos un cazo a fuego medio hasta que por los bordes empiecen a verse pequeñas burbujas. Es el momento de retirar del fuego. Templamos hasta los 45º. Si no tenemos termómetro basta con introducir en la leche el dedo meñique y aguantar 10 segundos sin quemarnos, pero que cueste llegar al final de la cuenta por el calor.
En un bol volcamos el yogurt natural. Sí, yogurt porque esta cargado de las bacterias que intervendrán en la fermentación y harán que la leche cuaje.
Mezclamos el yogurt junto con un poco de la leche y volcamos al cazo mezclando todo muy bien.
Ahora llenaremos un recipiente con tapa (mejor cristal). Tapamos y cubrimos los recipientes con una manta bien apretada y esta a su vez se introduce en una bolsa de plástico. Cerramos bien.
Ahora introducimos todo en un horno apagado y a esperar 12 horas sin abrir y sin mover.
Una vez pasado el tiempo, retiramos el plástico, la manta y sorpresa.
Por último antes de consumirlo, lo dejamos en la nevera unas dos horas.
El yogurt tiene una duración de 5 días apto para el consumo. Sí quieres elaborar de nuevo este exquisito lácteo, hacemos la misma operación utilizando tres cucharadas de nuestro yogurt por cada litro de leche.
Probarlo, pensad que vais a consumir un producto de gran calidad sin ningún edulcorante. Eso sí, podemos añadirle frutos secos, semillas, miel o fruta.
El resultado es fantástico.